Wednesday, December 21, 2005

INTENSA ACTIVIDAD SUBVERSIVA DEL NUEVO JEFE DE LA OFICINA DE INTERESES DE EEUU EN CUBA

LA Oficina de Intereses norteamericanos en La Habana realiza la distribución de centenares de objetos propagandísticos, procedentes de una organización mercenaria de Miami dirigida por un ex militar norteamericano de origen cubano, que llegan a Cuba por la valija diplomática, en violación de todos los convenios internacionales.

“Ya no son sólo los vídeos, los televisores, las radios, las cámaras…”, dijo Rogelio Polanco, director del diario Juventud Rebelde, al exhibir en la Mesa Redonda de la televisión cubana, la “nueva jabita” de la “pacotilla del Plan Bush”: una bolsa de tela que contiene toda una colección de objetos con la palabra CAMBIO.

“Cambio de régimen como el que hicieron en Afganistán y que están haciendo en Iraq sobre la base de la invasión, la agresión, la tortura y la violación de los derechos humanos”, subrayó el periodista.

La “jabita” blanca, que fue distribuida por decenas de ejemplares a los informantes remunerados de la representación diplomática, contiene un monedero “para echar supuestamente el dinero del plan Bush”, una calcomanía, un abanico, un juego de cartas, una manilla, un pulóver y… una pelota de béisbol.

Las “jabitas” llevan también el logo del “Grupo de Apoyo a la Democracia”, anteriormente “Grupo de Apoyo a la Disidencia”, uno de los principales beneficiarios de los fondos de la USAID, que radica en el 1000 Ponce de León Boulevard, Suite 312, Coral Gable, Florida 33134.

Socio del funcionario USAID Federal, Adolfo Franco, el dueño del “GAD” es Frank Hernández Trujillo, ex militar norteamericano que cosechó desde 1988 hasta el mes de abril del 2005 la colosal suma de 4 600 000 dólares del dinero de los contribuyentes norteamericanos para realizar sus actividades propagandísticas.

En cuanto a la entrada ilegal en Cuba de la “pacotilla del Plan Bush”, el periodista dio el ejemplo concreto de la valija del 16 de febrero del 2005, que llegó a las 4h20 en el vuelo TWN9211 “con una carga amparada en doce guías aéreas correspondiente al manifiesto de carga número 1727”.

“La aduana contó entonces 21 bultos amparados por la guía aérea número 32A00440112-2 como carga diplomática destinada a la Oficina de Intereses de Estados Unidos”…

BROCHETAS, TARTALETAS, ROLLITOS Y BOLITAS RELLENAS

Después de reunirse con los capos de la mafia cubanoamericana de Miami, entre ellos varios individuos de comprobada trayectoria terrorista, en el curso de una visita a Florida del Sur, el nuevo jefe de la Oficina de Intereses de EE.UU. en La Habana (SINA), Michael Parmly, empezó a desarrollar una serie de shows provocativos en los cuales usa como actores principales a la misma tropa mercenaria que contrataba su predecesor, James Cason.

La Mesa Redonda de la Televisión Cubana del martes 20, la primera de dos partes, ofreció una detallada descripción de las actividades de subversión realizadas por Parmly en los últimos meses.

Reinaldo Taladrid, de la Televisión Cubana, contó cómo el 10 de diciembre, Día Internacional de los Derechos Humanos, la representación estadounidense citó a sus mercenarios “en una esquina de Miramar” —barrio residencial de La Habana— donde los recogió un ómnibus que les llevó para la residencia oficial de Michael Parmly.

Una vez allí, aproximadamente a las 5 de la tarde, comenzó la actividad que duró una hora y 45 minutos y que incluyó una sesión de intercambios con representantes de la prensa internacional que respondieron a la grotesca convocatoria.

Después de la distribución de varios objetos, entre ellos un discurso de George W. Bush y un ejemplar del diario El Nuevo Herald, de Miami, Parmly se dirigió a los presentes.

Fue, sin embargo, el enorme bufete lo que más llamó la atención de esa extraña tropa donde se encontraban también diplomáticos checos, rumanos, peruanos y mexicanos.

Brochetas, camarones salteados, mantequilla con tomillo y perejil, tartaletas de atún, rollitos de pollo relleno con vegetales, perlán de pescado en salsa de cocktail, bolitas de coco, bolitas rellenas de queso crema con albahaca, éclairs francesas “y una abundante cantidad de todo tipo de bebidas” constituyeron “el momento culminante” de esa recepción que fue, sin embargo, interrumpida por la orden de regresar al ómnibus.

Despues del cabo Cason, el sargento Parmly

“Después del Cabo Cason, el Sargento Parmly”, dijo Lázaro Barredo, director del periódico Granma, al referirse a James Cason, el anterior jefe de la Oficina de Intereses de EE.UU, y a su sucesor.

Al señalar que Parmly en su discurso comparó las fuerzas revolucionarias cubanas con “las camisas pardas” fascistas y con el Ku Klux Klan, Barredo calificó de “falta de respecto contra el pueblo de Cuba” la alocución.

“Es una comparación indignante”, comentó el moderador Randy Alonso, comparar las fuerzas revolucionarias con lo peor del fascismo y con lo peor del racismo norteamericano… Creo que es una de las frases más groseras y más hirientes al pueblo de Cuba que se han pronunciado”.

Barredo añadió: “Este hombre utiliza la fecha del 10 de diciembre para decirles a los cubanos lo que son los derechos humanos… ¡Esa gente, que está violando los derechos humanos en Abu Ghraib, en Guantánamo, en los propios EE.UU, con el Acta Patriótica, como se acaba de anunciar, con la cantidad de presos que tienen en las cárceles y con esa aplicación tan increíble de la pena de muerte”, dijo.

Barredo calificó a la representación dirigida por Parmly de “oficina para el espionaje, para la subversión, para todo, salvo el trabajo diplomático”.

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