Thursday, December 15, 2005

comprueban torturas en Iraq

General iraquí desertor revela ubicación de 7 cárceles clandestinas

Un general iraquí desertor, ex comandante de las fuerzas especiales del Ministerio del Interior, reveló la ubicación de siete prisiones clandestinas del Gobierno interino de Iraq en las que los carceleros "torturan" sistemáticamente a los detenidos, mientras el ejército estadounidense reconoció la muerte de cuatro soldados en actos de guerra perpetrados este martes por la resistencia en el país invadido.

El general Muntadhar Samarai, quien abandonó Iraq por temor a ser asesinado por agentes gubernamentales, hizo las revelaciones a la radio pública francesa France Inter, después de haber notificado a sus superiores —sin éxito—, las prácticas que observó en interrogatorios a presuntos militantes de la resistencia armada.

Samarai denunció en particular el caso de un dirigente guerrillero llamado Najim Taji. "Pude ver las torturas terribles que sus carceleros le aplicaron. Recibió descargas eléctricas, lo flagelaron con cables y le plantaron clavos en el cuerpo", dijo el militar desertor.

Tras la denuncia internacional de torturas a prisioneros de guerra en poder de Estados Unidos en cárceles clandestinas de Europa oriental, en octubre y noviembre, el ejército de ocupación desmanteló una prisión secreta —supuestamente montada por autoridades iraquíes, al margen de los estadounidenses— en el barrio Jadriya, de Bagdad, donde había 170 reos, casi todos miembros de la minoría sunita, principal fuente de la resistencia armada.

Sin embargo, el general desertor dijo que ese local es solo uno de varios que funcionan en secreto, y aseguró que otros centros clandestinos de detención en Bagdad se encuentran en la Plaza Nossur, en la Puerta del Canal y en Raduanyia. Fuera de la capital iraquí, agregó, hay locales secretos en Kut, Yussufiya y Saidiya.

En tanto, el comando militar de ocupación en la capital iraquí informó que cuatro militares del ejército estadounidense murieron en dos ataques, uno en Bagdad y otro en Yussufiya, 20 kilómetros al sur de esta ciudad.

Un quinto soldado murió producto de una crisis cardiaca, con lo que el número de decesos de la fuerza invasora llegó ya a 2 150 soldados en 33 meses.

En otro hecho de guerra, un soldado iraquí falleció en el norte de Bagdad cuando un artefacto estalló al paso de un convoy militar.

Este sábado, mientras tanto, concluyó el plazo dado por el grupo Brigadas de las Espadas del Derecho para que la fuerza militar de ocupación libere a todos los presos iraquíes, o de lo contrario ejecutará a cuatro extranjeros plagiados hace dos semanas.

Los cuatro hombres son el británico Norman Kember, de 74 años de edad; el estadounidense Tom Fox, de 54, y los canadienses James Loney, de 41, y Harmit Singh Sooden, de 32.

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